Midiendo la cascada más alta del mundo

En el siglo XVIII, el salto del Tequendama interesó a varios científicos no sólo por su belleza natural (claro, eran otras épocas), sino también por su altura. Este relato recrea los intentos realizados en 1790 por el coronel Domingo Esquiaqui para medir la cascada que llegó a pensarse era la más alta del mundo. La noticia fue publicada en el Papel Periódico de Santafé de Bogotá el 3 de mayo de 1793.

20 de julio de 1810: Un rumor que se convirtió en revolución el día de mercado

Ese día no hubo la tal independencia, pues todos adoraban al rey de España e incluso en el acta que firmaron los padres de la patria figuraba el virrey Antonio Amar y Borbón como presidente del "nuevo gobierno". Todo el escándalo que se armó por el famoso florero de Llorente fue la disculpa para que los hijos de españoles nacidos en América subieran al poder con todos sus privilegios de cuna.

Fila 21, tendido seis, Arena Cañaveralejo

Temprano, cuando la plaza aún no se había llenado, Francisco José Lloreda Mera, más conocido como “Kico” Lloreda, trepó con destreza, a pesar de usar bastón, las gradas del tendido seis. No lo hizo por el sitio demarcado para las escalas, sino que a zancada limpia buscó su lugar en la fila 21 y allí tomó lugar al lado de algunos miembros de su familia. Poco a poco aparecieron conocidos que desde filas más abajo, incluso desde la barrera, lo reconocieron. Algunos treparon para saludarlo de abrazo. Llamó al vendedor de maní y compró algunos cucuruchos que repartió entre sus acompañantes.